Me sentí productiva de nuevo como hace rato no me sentía. Últimamente la estoy pasando mejor conmigo, y eso ya pasaba a ser parte del algo raro que hoy termina siendo cotidiano.
Es muy placentero empezar a estar en armonía con uno mismo, por lo menos que te guste el reflejo que te devuelve el espejo o simplemente los vidrios de la calle al caminar.
Amigarse con uno mismo cuesta horrores hasta a veces puede dar mucho pudor. Pero investigándose, conociéndose creo que se llega a mucho, tanto que quizás en 25 años (por lo menos yo) no lo había imaginado.
Es muy lindo saber la cantidad de sonrisas que me puedo generar yo sola.
Hoy fui a contárselo a la abuela, yo se que ella allá arriba donde está, lo sintió y se alegro por mi también.
Por fin puse en práctica ese coraje...
...se que tengo mucho x resolver, pero esta vez me gusta ser mi compañía. Y eso es impagable. :D
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